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Las cuentas de retiro individual mejor conocidas como IRA (por sus siglas en inglés) son instrumentos de ahorro para el retiro que le provee a las personas obtener un beneficio contributivo mientras el dinero esté dentro de la cuenta.
Durante el tiempo que el dinero esté dentro de la IRA, el individuo no tendrá que pagar contribuciones por el crecimiento del activo, hasta el momento del retiro de la persona, y se distribuya el dinero.
Aunque una IRA tradicional no ofrece grandes rendimientos, el beneficio contributivo la hace atractiva para muchas personas que no tienen un beneficio de 401k, o suficiente capital para abrir una cuenta de inversión. Es un instrumento sencillo que pueden emitir los bancos, las cooperativas y las aseguradoras, y que no tiene riesgos ni grandes costos de manejo.